lunes, 16 de febrero de 2009

Con demora... Por el día de los enamorados...

"Se enamoró de mí de una cuadra a la otra" solía contarnos mi bisabuela mientras él la miraba con sus ojitos cargados de ternura...

Escuché esa historia tantas veces, siempre pensando que en algún momento la escribiría... Pero ese momento no llegaba... Igual hoy quiero contarles su despedida...

Él, un hombre de carácter fuerte, cabrón, gran mentiroso del Truco (lo que equivale en mi familia a decir un gran jugador), compañero de mis tardes de leche calentita con vainillas de mis veranos en Mar del Plata...

El amor de ellos dos fue tan intenso como los de las películas de Hollywood, pero mucho más largo...

Un día, a sus ochentaytantos, él decidió que ya había vivido lo suficiente y preparó sus cosas para partir... Después de su muerte mi bisabuela me contó que unos meses antes, cuando comenzó a dejar de comer y a despedirse, mientras ella luchaba para mantenerlo a su lado, él le preguntó una noche "¿por qué no me dejás ir?", "¿Adónde te querés ir?" le dijo ella, pero ya lo sabía... También un ratito antes de cerrar sus ojos para siempre le dijo que la amaba como el primer día...

Una tarde ella me preguntó por qué se había ido, y yo le respondí que porque no hubiera soportado vivir sin ella... "A veces, despertaba, y él estaba con los ojos abiertos vigilando que respirara" me confesó...

Quisiera contar esto de alguna manera que se vea más bonita, pero todavía después de los años que han pasado, las lágrimas empiezan a correr y la niñita de esos veranos retorna a mi cuerpo...

Sí, los extraño... Pero el día en que ella también se fue, supe que estuviera donde estuviera, estaría con él... Feliz...

3 comentarios:

Caselo dijo...

Mi querida niña, son las palabras justas, hermosas que recrean ese amor y también lo que siginificó para ti. Me gustó muchísimo esta historia. Un fuerte abrazo de oso y un besito de magor

Carlos Eduardo

Lilya Nuratis dijo...

A veces uno cree (o quizas solo me pasa a mi) q estas historias son "ficcionales"... q en la vida real los lazos son mucho menos duraderos (perecederos) y que el amor "verdadero" es utopico...

Pero te leía y me acordaba de las historias de mis abuelos y de mi bisabuela, historias de despedidas, de inmigraciones, de reencuentros casuales en tierras lejanas...

uno construye su propio destino... y ese amor, esa busqueda inquebrantable es quizas la que nos sostiene y nos anima...

Besos preciosa!
Lilya

Roxanne dijo...

Siempre me pareció la de ellos una historia muy bonita... Lástima que, como toda historia bonita, haya muy pocas...